Ocho horas al día, 40 horas a la semana, 11 meses al año, 20, 30, 40 años de tu vida. Ese, en el mejor de los casos, es el tiempo que vas a dedicarle al trabajo a lo largo de tu existencia.
¿No crees que deberías pararte a pensar, al menos un ratito, en la importancia del trabajo en tu vida? Es mejor que "pierdas" ahora un poco de tu preciado tiempo y no que te arrepientas cuando casi todo tu tiempo ya se haya consumido.
Hazte esta pregunta: ¿a qué te dedicarías si de repente fueses el afortunado ganador de un gran premio de la lotería, digamos de un millón de euros? ¿qué te gustaría hacer? ¿en qué invertirías tu tiempo? (después de una explosión inicial en que tu respuesta sería: nada, no haría nada, o algo similar, piensa, realmente, con qué cosas disfrutas).
Dedícate a eso precisamente.
¿Imposible? ¿Por qué?
Piénsalo. Es mucho tiempo...